Autor : Juan José Arreola / Vicente Preciado (prologuista)
Editorial : Puertabierta Editores / Secretaría de Cultura Federal.
Categoría : Ensayo
Idioma : Español
Tamaño : 16 x 22 cm
ISBN : 978-607-8488-55-1
Páginas : 164
Encuadernación : Rústica
INVENTARIO viene del latín inventarium y significa la relación
ordenada de los bienes y demás cosas pertenecientes a una persona o entidad.
Pero también alude al documento en que constan esas cosas. Antonio de Nebrija,
nuestro primer gramático titulado, dice algo que me conviene: inventario es la
lista de lo hallado. He aquí pues que yo me pongo a inventariar desde ahora los
objetos de mi alma y los hallazgos propios y ajenos en mi natural confusión.
Registro con igual sinceridad mis preocupaciones teológicas que los accidentes
ciudadanos a que estoy sometido como miembro involuntario de una comunidad
atónita y confusa: esta que puebla, con depresivo y magnífico desorden, la
ciudad de México, vano artificio de Babel. Para escapar de una cárcel cerrada,
gigantesca y laberíntica, abro de vez en cuando la puerta de marfil y doy
rienda suelta a la más desenfrenada irrealidad. Esto es, me pongo a contar los
sueños propios y los ajenos también, traduciéndolos a una lengua que no es la
suya ni la mía. Esa que nadie puede entender. ¿Ustedes me entienden?
Juan José Arreola
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Autor : Juan José Arreola / Vicente Preciado (prologuista)
Editorial : Puertabierta Editores / Secretaría de Cultura Federal.
Categoría : Ensayo
Idioma : Español
Tamaño : 16 x 22 cm
ISBN : 978-607-8488-55-1
Páginas : 164
Encuadernación : Rústica
INVENTARIO viene del latín inventarium y significa la relación ordenada de los bienes y demás cosas pertenecientes a una persona o entidad. Pero también alude al documento en que constan esas cosas. Antonio de Nebrija, nuestro primer gramático titulado, dice algo que me conviene: inventario es la lista de lo hallado. He aquí pues que yo me pongo a inventariar desde ahora los objetos de mi alma y los hallazgos propios y ajenos en mi natural confusión. Registro con igual sinceridad mis preocupaciones teológicas que los accidentes ciudadanos a que estoy sometido como miembro involuntario de una comunidad atónita y confusa: esta que puebla, con depresivo y magnífico desorden, la ciudad de México, vano artificio de Babel. Para escapar de una cárcel cerrada, gigantesca y laberíntica, abro de vez en cuando la puerta de marfil y doy rienda suelta a la más desenfrenada irrealidad. Esto es, me pongo a contar los sueños propios y los ajenos también, traduciéndolos a una lengua que no es la suya ni la mía. Esa que nadie puede entender. ¿Ustedes me entienden?
Juan José Arreola
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